viernes, 9 de agosto de 2013

El asfalto derretido

Recuerdo una pesadilla en la que veía a un hombre caminando por la calle en un día muy soleado y asfixiante, el asfalto derretido por el calor del sol, se hundía y se formaba un gran hoyo y a medida que el hombre caminaba se iba hundiendo bajos sus pies. Al intentar salir del hoyo pegajoso el sujeto cae en otro mayor, una especie de confusa tierra muy blanda de la que no puede salir y que se lo traga poco a poco, muy lentamente.
Grita pidiendo auxilio a todo los transeúntes, algunos se detienen, le miran con curiosidad, con compasión, no saben que hacer. Miran la hora. Llevan maletines de ejecutivo, carpetas llenas de papeles que han de entregar a determinada hora. Tienen una prisa loca. No saben que hacer. Se dispersan, nadie quiere meterse en camisa de once varas. Ademas hay que circular, no esta permitido detenerse en plena vía publica y peor en una hora como aquella.

Al final la mayoría de la gente pasa de largo ante el infeliz, se va hundiendo mas y mas. acaba perdiéndose en el mar de asfalto como un ahogado, sin que nadie le ayude a salir, algunos lo intentan, pero no pueden, alguien grita hay que traer una grúa y para ello hacen una solicitud escrita al ayuntamiento, comprar una póliza, etc. al fin y al cabo el hombre se hundió en este gran hueco y las personas siguieron como sin nada hubiese sucedido y el sol dejo de arder y el suelo comenzó a endurecer y el hombre se perdió en aquel asfalto.