sábado, 3 de agosto de 2013

Pequeño cuento (número 3)

Andrea la artista dibujaba enérgicamente su alter ego en las blancas hojas de papel que tenía en frente. Cuando dibujaba, parecía que algo la dominara, que algo controlara sus movimientos y sus pensamientos, pues el mundo, mientras la punta del lápiz dejaba todo su carbón en las hojas, se detenía completamente.

Su alter ego era lo opuesto a ella, pero no quería dibujar aquello para dejarlo libre, sino para encarcelarlo, para nunca, de nuevo, dejarlo salir. Todos tenemos un lado oscuro, pensaba Andrea, y nuestro deber es mantenerlo dentro, muy adentro. No deseaba recordar aquella vez que salió a la luz.

Andrea la artista solo quería ser buena, no le interesaba la maldad, ni hacerle mal a nadie. Sin embargo, dudaba bastante que su pequeño experimento funcionara. ¿Qué haría una hoja de papel para evitar que saliera otra vez? No lo sabía, pero esperaba ansiosa que así fuera.

Al terminar, miró su obra de arte. Su alter ego la asustaba, la ponía nerviosa, era increíble como dentro suyo pudiera existir un ser así. Y sin embargo, después de verlo con mayor detenimiento, pudo notar que su alter ego era igual a ella, y si era igual ella no podría ser un alter ego, pues solo era bondad.


Andrea no podía encerrar lo que ella era, Andrea no tenía un lado oscuro como firmemente pensaba, Andrea nunca había dejado de ser quien era. Al darse cuenta de eso, rompió el dibujo en mil pedazos y salió de su cuarto, a la vez que el sol empezaba a dominar los cielos y miles de voces y pensamientos entraban precipitadamente a su cabeza. 

L.D.M.L

jueves, 1 de agosto de 2013

Pequeño cuento (número 2)

La hermosísima Sofía miraba a sus padres con atención y curiosidad, mientras estos hablaban de manera entusiasmada y ruidosa. Ella no entendía nada de lo que decían y trataba siempre de concentrarse en otra cosa, hasta que el ruido acababa y todo volvía a la normalidad, por unas horas.

Sofía no se llevaba bien con otros niños y niñas de su edad, por eso prefería jugar sola y aveces, con su amiga imaginaria que tanto amaba. Sabía que era imaginaria, que no existía, que solo actuaba y pensaba porque ella quería que así fuera. Su amiga imaginaria solo era un juguete animado de la hermosísima Sofía. Eso la reconfortaba por un rato.

Sin embargo, las conversaciones de sus padres se hacían cada día más ruidosas y Sofía se sentía cada día más sola. Como anhelaba caerle bien a los demás niños, pero estos siempre la hacían a un lado, siempre la rechazaban por ser diferente. ¿En que era Sofía diferente a los otros? En nada, solo les caía mal a todos, sin razón aparente.

Por eso, se apegaba más a su amiga. Pero un día, aquel juguete viviente cobró conciencia, pensaba y actuaba por si misma, sin el consentimiento de Sofía. Era algo agresiva, grosera y poco a poco fue perdiendo el interés por jugar juegos de niños. Al final, decidió abandonarla, escapando de su mente y saltando por la ventana. Sofía, que la miraba con una tristeza infinita desde su cuarto, solo pudo dejar escapar unas cuantas lagrimas mientras escuchaba como sus padres, de nuevo, comenzaban a hablar ruidosamente.  

L.D.M.L  

lunes, 29 de julio de 2013

Pequeño cuento

¿De verdad tengo que colocar una imagen a todas las publicaciones escritas de mi blog? Se preguntaba el pequeño Ricardo, mientras miraba con tristeza como ninguno de sus escritos era apreciado por nadie. “Tienes que darle un aspecto visual atractivo a las palabras, o sino la gente se aburre” escuchó alguna vez eso de alguien.

Pero lo que importa es leer ¿Por qué una imagen debe ser parte de la magia? Ricardo sabía una verdad absoluta que lo asustaba: a nadie le gusta leer, ni siquiera a él. Solo lo hacia de vez en cuando, al encontrar unas palabras que lograran llamar su atención.

¿Por qué entonces escribo? Se preguntaba, si nadie lee para qué perder el tiempo así?

Ricardo se siente triste, le tema a la muerte, a esa horrible nada que a todos aguarda. Teme irse de este mundo sin haber hecho algo, sin haber amado más de lo que ama, sin haber utilizado su tiempo para algo de provecho.

Él pequeño Ricardo miraba atentamente, fijamente la pantalla luminosa de su computador, presionando la tecla f5, esperando a que una de sus publicaciones fuera leída por alguien, más que por él mismo. Sabía que era algo superficial, egoísta y hasta narcisista. Pero solo quería sentirse importante, una sola vez en su vida, quería sentir que valía algo, que alguien lo tomaba en serio.


El pequeño Ricardo miraba y miraba la pantalla de su computador, esperando, esperando a que algo pasara. ¿Pasaría algo algún día? 

L.D.M.L

domingo, 28 de julio de 2013

Sin sueños

El tiempo pasa

Se va volando

Mi vida se estanca

Todos a mi alrededor triunfan

Yo solo fracaso

Tus besos

Tus abrazos

Y caricias me motivan

Me dan fuerzas

Me hacen querer seguir con vida

Pero

Ese gran pero

Ese sin sentido de mi vida

Ese enorme vacío que llevo dentro

Todo lo domina

Todo lo destruye

Aburrido

Sin sueños

Sin mentas

Solo espero

Frente a una prisión luminosa


Espero

L.D.M.L

Para ti

Algún día gritaré

Y todos me escucharán

Algún día hablaré

Y todos me tomarán en serio

Algún día tendré respeto

Algún día tendré éxito

Amigos

No se si llegará

Solo puedo soñar

Que en algún momento de mi vida

Todo mejorará

Estoy enfermo

Y solo recibo regaños

Soy un prisionero

De una pantalla luminosa

De un cuarto pequeño

Lo único que me mantiene en este mundo

Son tus sonrisas

Tus abrazos

Temo algún día perder tu amor

Temo algún día morir y no volver a verte


Temo no estar ahí para ti 


L.D.M.L