jueves, 3 de octubre de 2013

El club de la felicidad

Ricardo

Ya no quiero ser malo

No quiero dañar a nadie

Los recuerdos me atormentan

Tú recuerdo me asesina

Ese gato

Aquel gato

¿Eres tú, querida niña?

Una mascara que cubre mi rostro

Que oculta mi verdadero ser

El monstruo debe seguir oculto

Ya no quiero ser malo

Ya no quiero dañar a nadie

La carne putrefacta del felino pronto

Me liberará
















Carlos

Hermanito querido

Pronto nos veremos

Estoy ansioso

Mi felicidad comenzará

A tu lado

Nadie nos estorbará en nuestro camino

Y el que lo haga lo pagará

La maldad me divierte

Me da placer

Estar a tu lado hermanito

Pronto nos veremos

El club comenzará

Y seguirá año tras año

Hasta que el mundo se acabe

Hasta que al tierra deje de girar














Isabella

La muerte me obsesiona

Es de lo único que hablo

Controla mi cuerpo

Todo lo que pienso

La deseo

Le temo

Ahora en mi estado

Quiero descansar

Quiero el dolor parar

Le veo

Sus ojos están muertos

Su mirada vacía

Él terminará con mi vida

Una estocada final

Con un afilado cuchillo

Cuando termine

Soy el sacrificio










Marcela

Tú eres mi esclavo

Mi fiel perro

Harás lo que te ordene

Tu vida es mía

La controlo

Te controlo

Satisface mis deseos

Cumple mis oscuras fantasías

Tu vida es mía

Yo te controlo

No vales nada

Eres mi perro

Cuando ya no me sirvas te desecharé como

A un pañuelo















Athatriel 

Soy tu fiel sirviente

Tu humilde mascota

Lastimame

Hiéreme

Haz lo que te plazca

Con mi cuerpo

Con mi alma

El dolor es placer

La vida

La existencia

El sentido de todo

Es buscar placer

Nada más importa

Amada mía

Usame

Humillame

A tu antojo

Mi venganza llegará pronto







David

Tu suave piel

Tu blanca piel

Solo eso me importa

Solo eso amo

Mi obra de arte

Poco a poco se va formando

Cortes en tu piel

Sangre que no para

Dolor que no acaba

Aguanta querida

Cuando termine

El sufrimiento desaparecerá

Y la blanca piel

Lejos de tu cuerpo estará

Miles de dibujos

Cortes en la piel

Sangre que no para

Dolor que aguantas

Me amas de verdad

¿Cierto?








Cristina

Soy una herramienta

Un recipiente

Donde plasmas tus ideas

El dolor no me importa

Tampoco la muerte

El sentido de mi vida

Es verte sonreír

Es hacerte feliz

Córtame

Desángrame

No pares un solo segundo

La obra debe terminar

Mi piel es tuya

Mi vida también

Amado mío

Espero no fallarte

Espero aguantar

Espero no morir antes de tiempo

Amado mío


L.D.M.L

domingo, 29 de septiembre de 2013

Vivir estando muerto

Él se paseaba por el borde del precipicio, sin mirar abajo, sin sentir miedo, sin temblar, sin una sola gota de sudor en su frente. Él desafía a la muerte, le escupe a la cara, se burla de ella y le dice que no le teme. Juega un juego peligroso pero eso lo divierte.

En frente, hay un hermoso paisaje de arboles y montañas verdes, ríos de agua azul y un sol deslumbrante, dominando todo lo que sus rayos tocan. Eso a él le importa un comino, podría incendiarlo todo, volverlo cenizas y no sentiría absolutamente nada. Lo que desea con todas las fuerzas de su corazón es volar como un pájaro, sentir esa sensación de caída, el aire maltratando su cuerpo, el duro suelo rompiendo todos su huesos.

Lo hace, se lanza al vacío, vivir poco le importa, solo quiere sentir algo, por primera vez en su patética vida. Mientras cae se da cuenta que el ser humano, y toda la vida en general, solo nacen para morir.

Pero algo ocurre, cuando choca contra el polvoriento suelo su vida no termina, su existencia no se acaba. Queda moribundo, con los huesos rotos, una inmovilidad eterna, una inconsciencia consciente.

Postrado en una cama, totalmente inútil, después de haber jugado el juego, ahora si puede sentir algo: tristeza.


Un destino peor que la muerte, es vivir estando muerto. 

L.D.M.L